Me voy de vez en cuando a algun lugar.

Posted by Jose Manuel Celis | Posted in | Posted on 9:53

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debido a cambios en mi, en la vida... en quien soy en quien acostumbraba ser. Debido a la vida, en resumidas cuentas cambio de blog a http://lasnochesquemeheconsumido.blogspot.com/, los que acostumbraban a ver mi blog los invito a seguirme de ahora en adelante en mi nuevo blog y espero que les guste, ademas tratare de trabajarlo con cierta periodicidad.

La lluvia cae.

Posted by Jose Manuel Celis | Posted in | Posted on 20:24

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La lluvia cae y caes y cae sobre mi cabeza; el alma llora y nadie se da cuenta.
¿Qué sucede con mi amor? ¿Cuál es el sentido de todo esto?
Resulta que mi vida esta vacía... y no por mí, yo me tengo siempre.
Mi vida esta vacía, porque lo que se me sale de las manos... se me salió de las manos.
Porque lo que me hace feliz y me llena de sonrisas,
me duele y solo logra entristecerme.

La lluvia cae... y moja mi cabeza, mis hombros y mis lágrimas.
Llueve fuerte y todo a mí alrededor se moja...
Todo se ve tan frágil... todo se ve tan delicado cuando se moja.
Todo esta tan húmedo, y me da tanto miedo.
Yo no espero que deje de llover... 
solo espero poder lograr que la lluvia no me debilite.

Espero que en algún momento, me sienta tan fuerte
como para poder sentirme seguro, a pesar de la humedad.
Solo sueño, con volver a tus brazos y esperar a secarnos... juntos.
mi alma se regocija, añorando los momentos pasados,
pero mi corazón no se conforma con recordar.
espero algún día... poder sentir que vuelvo y volvés.

Te amo, así no tenga el valor para decírtelo de nuevo.
Te amo y espero poder decírtelo de nuevo.
Con el alma entrecortada mi corazón te recuerda 
amándote como antes, soñándote como siempre. 
Mis suspiros son tuyos... como desde el primer día
y la lluvia cae sobre vos y sobre mí. La lluvia cae.

Azul Tú.

Posted by Jose Manuel Celis | Posted in | Posted on 20:19

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Algún día me encontraba algo distraído y mire al cielo... sentí el viento en mi rostro y pensé: ¿qué hace al cielo tan azul? Me quede casi 5 horas mirando el cielo, pasar de un celeste casi blanco a un azul turquesa hipnotizante y finalmente en un naranja efervescente. Sentí el cambio de la temperatura y como el sofoco y el sudor en mis prendas fueron desapareciendo, para dar lugar a un fresco y tranquilo anochecer, nunca me sentí tan amado por la tierra, nunca me sentí tan feliz de vivir.
Eran ya las 6 de la tarde y me dio la impresión de que algo cayó cerca de mí, todavía no oscurecía del todo y por eso me dispuse a revisar que podría ser. Camine unos metros al rededor de donde había estado recostado por horas y no encontraba objeto alguno. hasta que de la nada apareció una chica.
-¡hola!- dijo ella.
-... h... hola- dije a cuenta gotas.
- ¿cómo te llamas? bueno mucho gusto... mi nombre es.... es... ¡hum!... ¡Girasol!- dijo altiva y sonriente- Si Girasol me llamo.
- Mi nombre es Azul.
- Me gusta, ¡me gusta tu nombre! tu eres distinto- sonrió de nuevo.
- ¿de dónde sos?- pregunte sin saber que más decir.
- de arriba.
- ... ¿un ángel?
- ¡NO! tonto... dije de arriba, no del paraíso. Vengo de donde todo es azul... como Tú.
- Sigo sin entender.
- es sencillo, ¿tu vez las nubes allá arriba?
-Sí.
-Bueno, de encima de ella vine yo.
-... es extraño.
-no, no es extraño... es el mejor lugar que existe y además...
-yo dije que era extraño, no dije que fuera malo.-
Sonrió ella de nuevo al oírme decir estas palabras y solo dijo
-Tú eres distinto.
-¿distinto?
-sí, distinto a muchas otras personas... extraño- y sonrió nuevamente- aunque haces muchas preguntas-
-perdón, no me interesa molestarte.
-no, está bien... es solo nuevo para mí.- ahí sonreí yo.
Nos quedamos aproximadamente 20 minutos mirándonos fijamente a los ojos y no aguante las ganas de seguir preguntándole cosas.
-¿qué haces aquí? ¿Por qué bajaste?
-Es extraño, nunca quise bajar, allá arriba es muy cómodo, muy tranquilo y muy feliz... aunque medio solo. Aun así nunca quise bajar, todos los que se encontraban conmigo allá, bajaron ya y me había quedado prácticamente sola... pero me negaba a bajar.
-y ¿qué paso? ¿Por qué bajaste?
-estaba tranquila soñando y caminando por allá, cuando sentí el deseo de bajar... así, como si nada, como si fuera lo más normal del mundo, como si lo estuviera deseando desde hace mucho. Sentí que mi corazón necesitaba bajar, que mi alma buscaba algo aquí abajo, que mi cuerpo estaba medio frió. Me asome a mirar el lugar donde me iba a bajar y de pronto Te vi. Eres muy particular, muy diferente. Me iba a bajar inmediatamente, pero por miedo a que te fueras o salieras huyendo, me quede viéndote toda la tarde, mirando como cerrabas los ojos, como soñabas, como sentías y disfrutaba el viento que te enviaba...
-¿Eras vos?- Sonrió ella y algo ruborizada admitió.
-Sí, era yo... te ves muy lindo cuando la recibes.
ya hasta me dio miedo bajar porque me asustaba que te aterrorizaras y salieras huyendo entonces decidí mejor observarte desde arriba... pero algo extraño me paso, cuando note que e hacia más tarde, cuando sentí que quedaba menos y menos tiempo antes de tu ida, sentí que debía bajar y evitar que te fueras y no volverte a ver jamás.
-Que extraño- Mencione yo, sin encontrar algo más inteligente para decir.
-sí, lo sé creo que debe ser muy difícil de comprender para vos y si necesitas o prefieres irte lo entenderé.
-No, no es eso... no me quiero ir, ni mucho menos es extraño, porque cuando te encontré, a pesar de lo extraña que me parecía la situación, te me hacías muy familiar... pero no sabía de dónde, o porque. Pero acabo de recordar de donde te había visto.
- ¿Me habías visto?
-sí, si te he visto varias veces...
-¿En dónde?- se asombro ella.
-... en mis sueños. Desde que tengo memoria sueño con vos, es difícil de explicar, pero siempre he soñado con tu rostro, con tu vos... con tus... besos, y nunca he entendido por que, ¿por qué ese rostro? ¿por qué tu rostro? hay noches que sueño que el sol no brilla tanto, y tiene la forma de tu rostro... otras veces, sueño que voy flotando y vos me abrazas y cuando nos separamos somos un par de viejos felices y arrugadísimos.- ella sonrió cómplice y me miro directo a los ojos.
-y hoy en algún momento durante la tarde- complemente- mire una nube que tenia tu rostro... vi como si el cielo me mostrara tu rostro y pensé que estaba soñando, pero no.
- ¿todo eso de verdad sucedió?
-cada palabra.
-Es por eso que no huiste despavorido cuando me viste.
-Sí, seguramente fue por eso.
- y que hubiera pasado si me hubiera bajado antes de la nube... ¿crees que ahí si hubieras salido corriendo?
-No creo, lo único que sé qué hubiera pasado es que hubieramos disfrutado de una hermosa tarde juntos...
Ella se mantuvo unos minutos en silencio mirando el suelo y yo le dije:
-aunque de todas formas la pasamos juntos, vos arriba y yo abajo, pero estabas pendientes el uno del otro.-dije.
Complemente diciéndole
-Pero ya ahora, podremos disfrutar de cuantas tardes hermosas y horribles haya... todas las tardes soleadas y todas las lluviosas... a partir de ahora podremos disfrutar cada instante juntos y uno al lado del otro, cada instante de esta vida tan azul, Azul como vos.

Girasoles

Posted by Jose Manuel Celis | Posted in | Posted on 20:02

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Y por fin el sueño de toda su vida hecho realidad, lo que tanto quiso y soñó, ahora lo ve desde lo lejos; puede que ya no sea tan joven como cuando lo deseo, cuando lo vio en su cabeza por primera vez, pero por lo menos ahora lo ha logrado.

De esa extensa pradera (que carecía de alegría, de color… de luz), la cual había antes en aquel sitio, hoy queda tan poco, que nunca se podría adivinar que se tratara del mismo lugar. Alicia ha hecho un trabajo formidable en este espacio, lo ha llenado de “sus soles”; uno y cada uno de los rincones de aquella pradera los ha llenado con sus amadas flores, las cuales han traído alegría y han irradiado luz en todas las direcciones posibles.

Tenía como 5 años cuando se imagino este lugar, acababa de conocer los girasoles y fue instantáneo el amor por “los soles”(como ella les dice); desde ese día, cada vez que dormía, no soñaba nada que no tuviera que ver con ellos. Ya han pasado varias décadas desde aquello y no por esto su amor ha disminuido, tampoco es menor su alegría, ni mucho menos le quita merito a su logro, seguramente, si hubiera logrado su cometido a cualquier otra edad, su reacción hubiera sido la misma; su sonrisa temblorosa, sus movimientos torpes y hasta su lagrima descendiendo lentamente por su mejilla habrían sido igual, tuviera los años que tuviera.

Ya lo había observado lo suficiente desde lejos, ya lo había visto lo necesario desde afuera, ahora solo quedaba una cosa… disfrutarlo, pero desde adentro. Se quito su sobrero tejido (descubriendo su corta y grisácea cabellera, además de su rostro, moreno y hermoso, aunque algo desgastado) y los guantes de jardinería que le había regalado su esposo (hacia mas o menos 40 años). Corrió tan rápido como su cuerpo, y especialmente sus huesos, la dejaron y en segundos se encontró rodeada de sus amores, sus 3457 girasoles los cuales había plantado, uno por uno, y cuidado como buena madre que era. Recorrió cada rincón que pudo y disfruto como nunca en la vida, y de pronto… se recostó, se sumergió en el océano amarillo y solo hasta ese momento pudo descansar, solo entonces su corazón descanso; solo ahí pudo dejar de trabajar, solo en ese instante su corazón dejo de trabajar.